Informe de lectura sobre El Proceso de Franz Kafka
1) ¿En cuánto
tiempo transcurre el proceso de Joseph K? ¿Con qué fecha vinculada al personaje
coincide?
Transcurre en el período de un año, entre su
trigésimo cumpleaños, que es el día en que notifican su situación de detenido
sin justificar el motivo, y el día anterior, es decir la víspera de su
cumpleaños número 31 que es cuando aparecen otros dos hombres a llevárselo.
2) Lean el
cuento Ante la ley y observen cómo se incorpora este relato en la novela El
Proceso ¿Qué interpretaciones en torno a los modos de entender “le ley” se
ponen en juego en ese diálogo entre el sacerdote penitenciario y el personaje
principal?
La incorporación del cuento sucede luego de
que K intentara conseguir información acerca del tribunal a través del
sacerdote, cuando le dice: “En ti tengo más confianza en cualquiera de los
demás. Contigo puedo hablar abiertamente”. El sacerdote rechaza esa apreciación
y le narra el cuento Ante la ley, que es aquél relato del campesino que se
encuentra en la puerta de la ley y no se atreve a entrar por la sugerencia del
guardián que la vigila, un sujeto absolutamente extraño y que se atribuye
poderes. No obstante, esa puerta era una entrada exclusiva para el campesino,
aunque éste lo entienda cuando ha llegado su muerte. Aquí diversas apreciaciones
de la ley son puestas en común, K manifiesta que el guardián engaña al
campesino, porque le dice que no lo puede dejar entrar y que adentro hay gente
aún más poderosa que él, lo inhibe y el campesino decide no entrar hasta que el
guardián le dé permiso, a través de ciertos artilugios intenta persuadirlo pero
no lo logra sino hasta el final del cuento, cuando el hombre se está por morir.
El sacerdote cuestiona a K por desconfiar de la labor del guardián, ya que éste
es un hombre de la ley, que ha hecho muy bien su trabajo porque ha custodiado
la entrada todo el tiempo, todos los años, a toda hora y nunca la abandona. Desconoce
el estatuto, pero es un hombre que está puesto ahí por ella y dudar del
guardián es dudar de la ley, diría el sacerdote. Considero que el cuento se incorpora para
generar un debate, ¿se puede cuestionar
al sistema judicial? ¿Qué es la ley y quién la formula? ¿Sólo un grupo selecto
tiene acceso a ella? Por otra parte, el cuento nos indica que tampoco se puede
discutir a su brazo auxiliar, que es el vigilante, porque están sujetos al
sistema a pesar de que ellos no entiendan ni se pregunten cómo funciona. Por
supuesto Joseph K, no comparte esta apreciación.
3) La narración de
la novela El Proceso está construida en tercera persona del singular aunque en
el relato predomina el punto de vista del personaje principal que, en muchos
tramos, se manifiesta a través del diálogo. Seleccione tres párrafos de los
capítulos “La detención”, El Tío Leni” y “El final”, en donde pueda observarse
cómo se construye lo que piensa Joseph K.
Cuando lo tienen
detenido y a la espera de que lo llame el supervisor en el capítulo “La detención”:
“K no respondió a la oferta y permaneció en silencio. Tal vez no le impidieran
que abriera la puerta de la habitación contigua o la del recibidor, tal vez ésa
fuera la solución más simple, llevarlo todo al extremo. Pero también era
posible que se echaran sobre él y, una vez en el suelo, habría perdido toda superioridad
que, en cierta medida, aún mantenía sobre ellos. Por esta razón, prefirió a
esa solución la seguridad que traería consigo el desarrollo natural de los
acontecimientos, y regresó a su habitación, sin que ni él ni los vigilantes
pronunciaran una palabra más”
Cuando habla su
tío Karl con el abogado en el capítulo “El Tío Leni”: “K no creyó comprender ni
una sola palabra de lo que había dicho. Miró al tío para encontrar una
explicación, pero éste estaba en la mesilla de noche, de la que se acababa de
caer sobre la alfombra un frasco de medicinas. Con la vela en la mano, el tío
asentía a lo que decía el abogado, se mostraba de acuerdo en todo y miraba de
vez en cuando a K como si requiriera un asenso similar. ¿Acaso había hablado ya
el tío con el abogado acerca del proceso? Pero eso era imposible, todo lo
acaecido hablaba en contra. Por esta causa, dijo: — No entiendo.”
Cuando está con
los hombres en el capitulo “El final”: “Los hombres asintieron, uno de ellos
hizo una seña a su compañero con la chistera en la mano. K reconoció que había
esperado una visita distinta. Fue hacia la ventana y contempló una vez más la
calle oscura. Casi todas las ventanas de la calle de enfrente también estaban
oscuras, en muchas habían corrido las cortinas. En una de las ventanas
iluminadas se podía ver cómo jugaban dos niños detrás de unas rejas, se tocaban
con las manos, aún incapaces de moverse de sus sitios. `Viejos actores de
segunda fila es lo que envían a recogerme`— pensó K, y miró a su alrededor,
para convencerse otra vez de ello—. `Buscan librarse de mí de la forma más
barata´. K se volvió de repente y preguntó: — ¿En qué teatro actúan ustedes?”
4) ¿Cómo llega K
al lugar de la primera citación? ¿Qué características tienen estos lugares? ¿Qué
elementos contribuyen a que sean absurdos?
Se presentó en el lugar luego de recibir una
llamada telefónica que le indicó la dirección del tribunal pero no la hora en
la que tenía que comparecer. El juzgado se encontraba en un barrio de gente
pobre, que a su vez no se asemejaría en nada a un espacio donde se ubicaría un
tribunal ordinario. Los niños que jugaban con la pelota en la puerta entrada,
un hombre descalzo que leía el diario, una niña en con una camisa de pijama,
adornaban el espacio público. Como no sabía dónde quedaba caminó por varios
pisos y conforme avanzaba sólo veía mujeres y niños que salían de las puertas
que parecían sólo habitaciones de un complejo de departamentos para gente
pobre. No obstante, siguió buscando el
tribunal hasta que en el quinto piso una mujer que estaba lavando la ropa le
indicó que allí era la cita y le señaló una puerta contigua dentro de la
habitación. K entró y sintió que el aire de la habitación era sofocante y lleno
de gente muy dispar, debió inclinar la cabeza porque golpeaba contra el techo,
había aplausos y gritos por doquier por lo que cayó en la cuenta de que no era
un tribunal convencional. Incluso el
cuaderno de anotaciones del juez instructor que menciona es extraño porque está
lleno de hojas con manchas amarillas y K lo percibe porque se atreve a tocarlo. Como corolario, la
lavandera luego entró a tener relaciones con un hombre dentro de la misma
asamblea y nadie se percató de lo incorrecta que resultó esa situación.
5) ¿De qué modo
aparecen algunas de las mujeres en la novela? Mencione algunos ejemplos.
Cuando comencé la novela creía que K era un
sujeto atractivo para cualquier mujer, por su corta edad y su situación de
privilegio por ser gerente de un importante banco como él menciona. Con una
lectura un poco más profunda, considero que las mujeres están en una posición
de inferioridad y conveniencia en relación a los hombres en la novela. Está la
mujer del ujier que mantiene relaciones con varias personas vinculadas al tribunal,
incluso contra su voluntad, y sucede lo mismo con Leni, que quiere concretar
una relación con K pero después vemos que se encuentra atraída por el
comerciante Block. Por lo demás, ellas argumentan tener una influencia en el
tribunal, dicen que pueden darle información sobre el proceso y asimismo,
demuestran que saben de la situación de acusado de K, sin que él les contase
con anterioridad.
Por otra parte, el abogado comenta que Leni ama a todos los acusados y que se
encapricha con ellos, algo que el abogado respeta porque ve cierta relación
entre la belleza y el procesamiento de un hombre, como si fuese una relación
inmanente. A modo de conclusión, podemos sumar el testimonio del sacerdote:
“Buscas demasiado la ayuda de extraños —dijo el sacerdote con un tono de
desaprobación —, especialmente de mujeres ¿Acaso no te das cuenta de que no es
la ayuda verdadera?” a lo que K
responde: “Las mujeres tienen mucho poder. Si pudiera convencer a algunas
mujeres de las que conozco para que trabajen en común para mí, podría abrirme
paso. Especialmente en este tribunal, que parece constituido por mujeriegos.
Muéstrale una mujer al juez instructor y arrollará la mesa y a los acusados
para llegar hasta ella.” El poder del que habla K es sólo como objeto de
intercambio, hacerse de una mujer para que a través de su sexualidad consiga
una situación favorable para su procesamiento. Anexo sí, una apreciación de mi parte y es en relación a
la niña de 13 años con “faldita” que le lanzaba miradas provocativas a K, esto
me resultó sencillamente perturbador al momento de leerlo.
6) En el Capítulo 4, titulado “En la sala de
sesiones. El estudiante. Las oficinas del juzgado”, K se encuentra con el
ujier. ¿Qué sentimientos expresa el ujier hacia lo que pasa con el estudiante y
su esposa? ¿Qué siente K con respecto a esa situación?
Ante la
perplejidad que le ocasionaba a K ver que en esa vivienda funcionaban las
oficinas del tribunal debemos sumarle el diálogo que entabla con el ujier. Este
le cuenta lo infeliz que es su vida al lado de su esposa, no porque no la amara,
sino que el estudiante siempre se la llevaba, no importaba si demoraba poco o
si hacía su trabajo lo más rápido posible, no había forma de que él llegara a
su casa para estar con su bella esposa, que según decía, era la más linda de la
casa. Tenía ganas de romperle la cara al estudiante, pero este era un “intocable”, soñaba con estamparlo contra
la pared y verlo en un charco de sangre, pero él como ujier no estaba
habilitado a realizar esa acción. K intenta, de alguna forma, responsabilizar a
la esposa a través de una pregunta, a lo que el ujier responde afirmativamente
y dice: “Ella se lo ha buscado. En lo que a él respecta, corre detrás de todas
las mujeres. Sólo en esta casa ya le han echado de cinco viviendas en las que
se había deslizado. Por lo demás, mi mujer es la más bella de toda la casa, y
yo no puedo defenderme.” El ujier intenta impulsar a que K realice la maniobra
contra el estudiante que él no puede concretar, ya que como acusado se
encontraría libre de hacerlo o al parecer eso deja entrever, a lo que éste
responde que en algún momento podría “ajustar cuentas” con él. En cierta forma,
el protagonista está masticando el enojo que le generó que se la haya
arrebatado y se fuera corriendo, le quiere pegar no porque compadezca al ujier,
sino que a K le gustaría hacerlo.
7) En el mismo capítulo, ¿Qué pasa en el
camino cuando se encuentra con otros condenados? ¿Cuál es el espíritu o la
actitud de esos condenados?
Se podría
denominar el pasillo de la infelicidad. Pero antes, si se me permite señalar,
el término adecuado es el de acusados, ya que ahí no se habla de condenados. Y
cito el diálogo que mantiene con K: “—Qué humillados parece. —Sí —dijo el
ujier—, son acusados, todos los que usted ve aquí son acusados.” Resuelto esto
retomo la idea inicial, la infelicidad se apoderaba de ese lugar, pocas
personas estaban presentes probablemente porque era un domingo. Todos los
acusados vestían con cierto descuido, aunque parecían pertenecer a clases altas
por sus barbas cuidadas o por otros detalles que no se mencionan. Cada uno
tenía un sombrero que había colocado debajo del asiento, quizá uno lo hizo
primero al no encontrar una percha, el resto lo siguió a modo de ritual. Con
las rodillas flexionadas y la postura encorvada parecían mendigos y a medida
que K y el ujier pasaban se levantaban a saludar, K al principio cree que es
porque los acusados piensan que es una persona importante del tribunal, aunque
luego se entera de que saludaban al ujier, y es que este es más importante que
cualquier otro acusado. Podemos mencionar también que son personas que se
encuentran como perdidas, lentas para hablar y para comprender su entorno, como
si estuvieran agotados, además de una extrema sensibilidad que se demuestra
cuando K se acerca a hablar con uno de ellos y lo toma del brazo, el acusado
grita como si el dolor fuese insoportable.
8) ¿Qué cambios pueden observarse en la personalidad y rutinas de K
entre la primera citación y luego de que se presenta su tío?
Si bien se mostraba preocupado,
luego de la primera citación K se había aplacado por lo absurdo que le parecía
todo el tribunal y quienes lo componían, sólo se mostraba intranquilo con que
la idea de que la gente del banco se enterase de que él tenía un proceso penal.
Con la llegada del tío Karl, K revive
su incertidumbre ante el proceso porque su pariente se preocupa incluso más
que él y le dice: “¿Acaso quieres perder el proceso? ¿Sabes lo que eso
significa? Eso significa que te suprimirán y a todos tus parientes contigo o,
al menos, quedarán humillados, a la altura del suelo. Josef, concéntrate. Tu
indiferencia me desespera. Al verte así se puede creer el refrán: `Proceso incoado, proceso
perdido`.”
Asimismo, K pensaba que sería
mejor que él mismo se encargase de la defensa del proceso, pero su tío, si bien
respetando su decisión, lo invita a visitar a un amigo suyo que es abogado.
Luego de enterarse de que todos los presentes en la casa del abogado sabían de
su proceso y al contrario de lo que yo creía que podía suceder, K desperdicia
el tiempo que tenía para hablar con un empleado del tribunal y termina yéndose
con Leni. A lo que el tío con un sermón de por medio y hacia el final del
capítulo parece lograr un efecto en K, ya que ahora su preocupación crece
constantemente. En el capitulo posterior vemos que comienzan las visitas
frecuentes al abogado que, mediante buenas oratorias, explicaba a K el proceso.
Le intentaba transmitir tranquilidad porque ya había manejado casos como ese,
aunque K no cree demasiado en eso, por lo que comienza a buscar ayuda por su
cuenta para que lo antes posible un tribunal pueda leer su primer escrito, no
podía quedarse esperando como los hombres que dejaban sus sombreros debajo del
banco de los pasillos del tribunal, tenía que actuar.
Su personalidad comienza a
transformarse, ya no está al corriente de lo que sucede en el banco, piensa en
tomarse vacaciones, avanzar en el escrito para que los funcionarios judiciales
se sorprendan de su interés por aclarar el asunto. Incluso cuando se presenta
el fabricante no le presta atención hasta que le habla de su proceso y del
pintor Titorelli, que trabaja en los tribunales. Aquí es donde, creo yo, K
demuestra su extrema preocupación porque decide ir a hablar con un pintor de su
situación procesal, aunque el fabricante le haya dicho que tal vez no sea
necesario porque Titorelli es prácticamente un mendigo y si bien conoce algunos
jueces, no tiene una gran influencia.
9) ¿Qué sensación transmite el libro y por qué puede considerárselo una
metáfora de algunas situaciones de la vida cotidiana?
Varias sensaciones atraviesan mi
mente, una de ellas es el desprecio que me genera un sistema tan corrompido por
las personas de los tribunales del cuento. No obstante, ¿Por qué no podría
corromperse si está conformado por personas? ¿Esa es la crítica de Kafka?
Podría ser. Asimismo, la imposibilidad de emprender un acto propio por parte
del protagonista para mejorar la situación del proceso me genera malestar y es
que K siente que ha sido un error su acusación pero no encuentra la forma de
que alguien lo escuche, ni siquiera se le pregunta de qué lo acusan y nunca
logra dar con un juez que no sea de instrucción. También podemos mencionar al
abogado, una persona que parece preocuparse más por sus relaciones
interpersonales que la de avanzar en el proceso. Tanto abogados, jueces o
cualquiera que trabaje en tribunales goza de un juicio que pareciera divino,
ellos son incuestionables porque están puestos ahí por la ley y cuestionar su
autoridad es poner en duda a la ley misma. ¿Cuántas veces escuchamos que la
justicia trabaja para los poderosos o para el gobierno de turno? Nos olvidamos
que ellos son seres humanos como cualquiera de nosotros y no se encuentran exentos
de incurrir en amiguismos, favoritismos o tener una parcialidad en el juicio
ante ciertos asuntos. Por otra parte, el ingreso del nombre de Joseph K a un
proceso indica que ya no podrá salir, podrá dar explicaciones de todos los
colores pero si ya se le inició una acusación en su contra lo único que hay que
hacer es dejar que “siga su curso”. Hace algunos días llamé a la empresa
telefónica que me brinda servicio de internet (disculpe la digresión pero
conviene al asunto), me habían sumado a la cuenta un monto extra por un
servicio que yo no había solicitado. Luego de hablar con tres personas
distintas llegué a la conclusión de que tal vez alguien más en mi domicilio lo
pidió, debido a la insistencia de los telefonistas que me decían que a ellos
les figuraba ese gasto extra. Pregunté a
todos y cada uno de los integrantes de la casa, a los que ellos respondieron
negativamente. Optamos por dar de baja el servicio, no sin antes atravesar
todos los trámites burocráticos que se superponen de cierta forma para que uno
se canse y diga: “Tanto problema me van a hacer, mejor me quedo con esto capaz
luego mejora”. También puedo mencionar el caso de mi tía Catalina, de 70 años y
con 90 kilos, que hace tres meses se trasladó hasta el banco de calle La Rioja
de Paraná a cobrar su jubilación y no lo pudo hacer porque figuraba como fallecida.
A pesar de las insistencias de mi tía que le decía: “estoy viva, ¿no me vé?”,
el muchacho de la ventanilla le indicó que debía ir a reclamar al ANSES y
después volver. Situaciones de la vida (burocrática) cotidiana que Kafka
extrapola en El Proceso, claramente.
10) ¿Qué le pareció la novela? ¿Qué valoraciones puede hacer de la trama
argumental? ¿Y del el estilo con que está narrado? Desarrolle algunos párrafos
argumentativos. Puede citar ejemplos.
Me parece una gran novela, aunque al final me cuesta creer que K se
encuentre tan solo y no intente luchar un poco más contra el sistema que lo
lleva a su fin, ¿será que realmente es culpable de un crimen que considera que
amerita ese desenlace? ¿Acaso nuestro autor es un constructor de laberintos
que nos deja una libre interpretación y nos corresponde tomar a cada uno de los
lectores un camino distinto? Si ese es el estilo de Kafka, que evidentemente no
puedo afirmarlo desde mi humilde opinión, allí reside también su repercusión a
nivel mundial, aunque la Real Academia Española incorpore el término Kafkiano
como “Dicho de una situación: absurda o angustiosa”.
El Proceso está plagado de
situaciones absurdas por supuesto, el lugar donde se ubican los tribunales o la
asamblea a la que asiste, por ejemplo, tienen espacios con un aire viciado y
asfixiante que provoca, al menos a mí, la necesidad de pedirle encarecidamente
a Kafka que saque a Joseph de esas habitaciones. Incluso en muchas ocasiones se
presenta la ausencia de luz y uno se imagina la tenue visibilidad que genera
una vela encendida en una habitación y eso significa que el autor creó la
atmósfera que él pretendía. Sin embargo, ¿de dónde saca Kafka estos escenarios?
Trato de indagar un poco más sobre ello y pienso que podrían provenir de los
sueños, de la noche o del día como ejercicios voluntarios de nuestra mente,
diría Borges[i].
Es que podría haber similitudes entre las situaciones por las que atraviesa K
en los tribunales y lo que verdaderamente podría haber pensado Kafka del
sistema burocrático que veía en su contexto espacio-temporal y quizá la mejor
representación le llegó a través de un sueño o en la vigilia, aunque es
simplemente una conjetura.
¿Por qué digo que K podría ser culpable
de algo? Al principio él se cree y se siente un hombre libre que ha sido
detenido por equivocación, pero luego esa bizarría se va desvaneciendo hasta
convertirse en un eslabón más de la cadena que antes criticaba. Ya no se
pregunta por qué lo detienen y la lucha se convierte en resolver el conflicto
sin que nadie más se entere de su proceso e intenta sacar ventajas de las
relaciones interpersonales que otros tienen con miembros del tribunal, como
Titorelli, el abogado, el fabricante, Block y hasta el sacerdote. Desde mi
punto de vista, cabe pensar la posibilidad de que K haya sido culpable de algo que
no considere un crimen y que nuestro autor lo omitió para que creamos que
realmente era una persona inocente y que no debemos juzgar nosotros su hecho,
sino el accionar judicial. Por lo demás, es una excelente obra, con escenarios
extraños que, de alguna forma, ponen a la justicia en espacios horrendos que resultan
más acorde que cualquier oficina judicial de la actualidad.
Octavio
Alarcón
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